evangelio viernes 9 de febrero - Una visión general
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9Por eso se me alegra el corazón, mis entrañTriunfador retozan, y hasta mi carne en seguro descansa; 10pues no has de abandonar mi alma al seol, ni dejarás a tu amigo ver la fosa. Evangelio
No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
12¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en averiguación de la perdida?
Pidamos al Espíritu Santo que nos guíe en nuestras decisiones diarias. Que nos ayude a discernir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo que Dios quiere de nosotros.
41Le contestan: «Hará caducar de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».
En el ámbito cristiano hay otra guisa de ir en contra de lo que nos manda Jesús de sostener siempre la verdad. Es lo que conocemos como mentiras piadosas.
8Si tu mano o tu pie te induce a pecar, córtatelo y arrójalo de ti. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que con las dos manos o los dos pies ser arrojado al fuego eterno.
Por este motivo, pues, os he llamado para veros y hablar con vosotros; evangelio apócrifo de tomás pdf pues por causa de la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas».
28Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a topar su vida en rescate por muchos».
Iceta desmiente a las monjas evangelio juan 15 de Belorado: "Nos pueden pedir a nosotros los importes para su vida ordinaria"
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52Él les dijo: «Pues acertadamente, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando evangelio griego de su Caudal lo nuevo y lo antiguo».
5Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que aunque han recibido su retribución.
La liturgia sigue preparándonos para la gran solemnidad de Pentecostés. Encomendemos al Espíritu Santo nuestra vida y participemos activamente de no me avergüenzo del evangelio letra esta celebración. Comencemos con el canto de entrada; de pie y cantemos todos.